Como consecuencia de la crisis originada por el Coronavirus, el Turismo es uno de los principales sectores afectados.
Aunque el mayor impacto se lo están llevando los hoteles, también están notando esta crisis los apartamentos turísticos y alojamientos rurales. El miedo a los contagios y las restricciones de movilidad han empezado a provocar cancelaciones de viajes que probablemente se vean acentuadas en los próximos días. De todas formas, y sin dejarnos llevar por el alarmismo, todo indica a pensar que este parón del sector sea a corto plazo y que todo vuelva a la normalidad antes de que llegue el verano.
MIentras tanto, debemos enfrentarnos a esta situación de forma rápida y eficaz, tanto para salvaguardar la salud como para reducir al máximo el impacto negativo en nuestros negocios. Para amortiguar, en lo posible, los daños, nosotros recomendamos a los propietarios de alojamientos turísticos:
- No realizar penalizaciones por cancelación de reservas y ofrecer un cambio de fechas. En cuanto pase esta crisis todo el mundo estará deseando salir de sus casas y retomar su vida con normalidad.
- Si no hay reservas es mejor cerrar los alojamientos, ya que así se ahorrará en suministros como luz, agua o gas. Mientras, se puede aprovechar para poner a punto la casa, hacer fotos nuevas, repasar los anuncios que tenemos puestos en las plataformas donde nos anunciemos, etc.
- Comprobar el seguro que tenemos contratado para nuestro alojamiento y saber que prestaciones tenemos cubiertas. Muchas veces, hasta que no suceden las cosas, no sabemos lo que tenemos asegurado.
- Prestar atención a las posibles Medidas del Gobierno que pueda ofrecer para ayudar a las empresas a mitigar las pérdidas.
La Secretaría de Estado de Turismo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha elaborado una Guía de buenas prácticas para el sector turístico que recomendamos leer, aunque este documento se mantiene abierto por lo que puede sufrir modificaciones en función de cómo vaya evolucionando la crisis del COVID-19.