14 de junio de 2016
Extremadura cuenta con 65 espacios autorizados destinados al turismo de agua dulce, entre los que se incluyen cuarenta piscinas naturales, diecisiete playas fluviales y ocho playas situadas a orillas de los embalse.
La mayor oferta se concentra en las comarcas del norte extremeño, Plasencia, La Vera, el Valle del Jerte, Ambroz, Sierra de Gata, Hurdes e Ibores. En la provincia de Badajoz, las zonas de baño se aglutinan en los embalses de Orellana, que por séptimo año consecutivo obtiene la bandera azul, García Sola, La Serena y Proserpina.
Todos ellos constituyen un enorme potencial turístico para Extremadura complementando la oferta turística de la región.
Extremadura ofrece muchas posibilidades para disfrutar del agua, con más de 1.500 kilómetros cuadrados de costa interior, algo único en Europa. Piscinas naturales, saltos de agua, embalses, ríos, arroyos, etcétera, lo que supone un destino perfecto para las vacaciones de verano, en plena naturaleza y en parajes protegidos y simbólicos como darse un baño en la Garganta de los Infiernos o en el Geoparque de las Villuercas-Ibores-Jara.
Información obtenida de: elperiodicoextremadura.com
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